“No puedes construir relaciones sanas con otro si primero no la tienes contigo misma…”
Esa frase, con más o menos palabras, intenta ser un mantra en mi vida diaria. Ahora bien, ¿cómo llego a ello? ¿Para qué me sirve? ¿Cuáles son las consecuencias de ello?
Resulta que en muy pocos ámbitos nos enseñan a valorarnos y querernos a nosotras mismas.
¿Cómo me preparo para una relación de pareja si y no me valido? ¿Para qué buscar en otras lo que creemos que nosotras no tenemos? ¿Por qué siento que necesito completarme con otro?
Muchas hemos aprendido que el otro es primero, mejor o más importante. Pero entonces… ¿cómo amar/validar/aprobar a otro si no lo hago conmigo primero?
¿Qué nos pasó en el trayecto entre que de bebés nos mirábamos sonriendo en el espejo, y hoy sólo lo hacemos para buscar nuestros defectos?
¿Cuándo empecé a desvalorizarme?
Tomar conciencia, comprender, perdonar, aceptar, aprender…
¿Qué barreras debes derribar para quererte? ¿Cómo mejorar mi relación conmigo misma?
Y luego de reflexionar… ¿cómo tomo acción?
Vamos pues, a algunas preguntas HACER: ¿qué actividad te gustaría retomar o comenzar? ¿Cuánto tiempo real le dedicarás a ti misma? ¿Cuándo invertirás en tu imagen exterior? ¿Qué lugar te gustaría conocer? ¿Qué libro te gustaría leer? ¿Qué día de la semana te regalarás una copa de vino sólo para ti?
Paso a paso, momento a momento, día a día.
Cuando te revalorizas, renuevas tu estima. Cuando aprendes a perdonarte, entenderte y amarte, te acercas más a vos.
Si primero eres tú, tus relaciones mejorarán. Sobre todo con la persona más importante: TÚ.